El 17 de octubre de 2011 se publicó en el Diario Oficial la Ley nº20.545, también llamada Permiso Posnatal Parental, pero que todos conocemos como el Posnatal de Seis Meses. Es decir, ya han pasado casi 10 años de ese momento histórico en el cual, luego de una larga lucha que no estuvo exenta de dificultades, logramos que durante su primer mandato el Presidente Piñera se abriera a acoger esta iniciativa de la cual soy autora.
De más está decir que esta es una de las leyes que he impulsado que más orgullo me provoca, pues se trata de aquellas iniciativas que le cambian la vida para mejor a muchas personas y a muchas familias. Hasta el día de hoy, me pasa que me paran en la calle, aquí en Magallanes o en otros lugares de Chile, para agradecerme por esa ley que le significó a tantas mamás y papás poder estar más tiempo con su hijo o hija, con todos los beneficios de apego y de salud que hoy nadie discute.
Recordemos que antes del posnatal de seis meses lo que hacían muchas madres era presentar licencias médicas por enfermedad del hijo menor de un año para así poder estar más tiempo con el recién nacido y, por ejemplo, extender el amamantamiento, que es uno de sus grandes beneficios. Era un “engaño” que todos conocían y en el cual todos participaban porque simplemente no había otra manera de garantizar ese tiempo de acompañamiento tan necesario.
Otra innovación que hoy tampoco nadie cuestionaría es que el Posnatal de Seis Meses incluyó en el beneficio también a los padres, con lo cual nos adelantamos un par de años en lo que hoy nadie pone en duda y que más bien se promueve, la corresponsabilidad en la crianza de los hijos. Antes de la ley solo la madre trabajadora era la que podía tomarse un período de posnatal, pero con la iniciativa que impulsé son ambos progenitores quienes pueden acordar cómo se distribuirán entre ellos el tiempo de cuidado después del nacimiento.
Según datos de la Superintendencia de Seguridad Social, a feberero de este año, ya son 899.931 trabajadoras las que han hecho uso del Posnatal de Seis Meses, de los cuales 2.069 fueron traspasados al padre en su totalidad. Sin duda son números imporrantes que dan cuenta el alcance de esta política pública.
Cuando miro hacia atrás y reviso las cosas que he hecho en todos estos años en el Congreso, no puedo sino sentirme orgullosa de haber impulsado el Posnatal de Seis Meses y ver todo el impacto que ha tenido en nuestra sociedad. En tiempos en que se busca la ganancia en lo inmediato, creo que Chile debe retomar la sana costumbre de trabajar políticas públicas de mediano y largo plazo que, al igual que esta iniciativa, beneficie de manera directa a las familias sin ningún tipo de distinción.